El miedo ante o a la mecánica directamente… :S

Motor Puch 49cc 2T. Foto de internet
Motor Puch 49cc 2T. Foto de internet

  Algo así (por la fotografía superior) es lo que tenía yo encima de la enorme mesa del ático de casa de mis padres, tras sacar el motor de mi Puch Condor III. Desarmar todo el motor con la herramienta de mi padre, y folios y folios de anotaciones de dónde iba cada pieza. Fue casi una semana entera para desmontar todas y cada una de las piezas, había algunas que no había que desmontar y que tuve que volver a calibrar como los platinos, y otras que no desmonté del todo (como el carburador) y colocarlas en un orden más o menos de cómo habían sido desmontadas y cómo iban a ser montadas. Todo encima de un «hule» de mesa reutilizado -lo iban a tirar y antes de morir iba a servir para la causa- para la ocasión, para evitar manchar la mesa.

Esquema de un motor 2T Puch. Foto de internet
Esquema de un motor 2T Puch. Foto de internet

  Recuerdo a mi padre preguntarme cuánto tiempo iba a estar la mesa así llena de mierda… literalmente, para que quitase todo de encima de la mesa. Le dije que su libro tenía las respuestas que andaba buscando y que tenía que ir poco a poco, con eso, conseguí que mi padre se cabrease un montón, pero no que me echase la culpa, ya que cuando le hacía preguntas de mecánica, me decía: «Lee, que en el libro está todo«… así que el silencio de mi padre duró el tiempo suficiente para que por las tardes limpiase y cuidase cada pieza con queroseno y rollos de celulosa pura para secar y quitar todo, pieza a pieza del motor, investigando para qué era cada una de ellas, qué función desempeñaban en el trepitar de mi pequeño monocilíndrico de 49cc.

  Saqué un poco de pasta del banco, para comprar las juntas, masilla de juntas y los segmentos. Descubrí lo que era un flotador, de un carburador, lo que era un chiclé, un cebador, unos platinos, un transfer de carga y de descarga, y para qué servía…

Esquema de un carburador. Foto de internet
Esquema de un carburador. Foto de internet

Vi y observé como era el eje de una caja de cambios (suerte que no pude desmontar cada velocidad, porque de verdad que lo intenté y no lo conseguí) y cómo se integraba dentro del motor, cómo el embrague funcionaba; qué era lo de embragar y desembragar. Compré unos platinos nuevos para realizar bien la calibración de los que me habían puesto tras volver de pingüinos, y unos discos de embrague para mi moto.

Me fui a ABACO, una ferretería industrial de primera, y compré unos muelles nuevos para mi «embrague», retenes nuevos, y todo lo que podía ser susceptible de ser mejorado y/o estaba en un estado un poco lamentable. En Ceni tocó bujía nueva, y aceite específico para la caja de cambios, luces, y un montón de recambios más específicos.

Cada pieza fue tratada con el mimo que creía necesario, para que no se dañase. Casi con miedo, limpié una a una, y aquello que había que limar o lijar, lo hacía con sumo cuidado y procurando que ninguna viruta cayese dentro de alguna de las piezas. Todo se tapaba… Pasaron casi 3 semanas entre limpieza y mejora de cada una de las piezas. Tuve sumo y excesivo cuidado con la base del carter, el bloque del cilindro y la culata. Limé y repasé cada una de las aletas de refrigeración de aire del cilindro y de la culata. Pasé días así… con las manos llenas de pequeñas heridas de limar, pulir y cuidar el corazón de mi compañera y los fines de semana, los pasaba arriba (al ático, le decíamos siempre arriba) con mis padres mientras ellos veían la tele, yo limpiaba, pulía, ajustaba, volvía a medir, limpiar, y así horas y horas…

Antes de empezar el montaje, desmonté por completo el metrakit (tubo de escape) de tipo bufanda que llevaba mi moto. Lo saqué del chasis, compré un silentblock mejor, que aislara más las vibraciones del motor, pero que a su vez fuese más flexible en su goma . Adquirí también una tórica nueva para unir la parte de la bufanda con el silencioso y fibra de vidrio para aislar del ruido. Llevé la bufanda y el silencioso a una zona de las afueras de Torrejón, cerca de un desguace, a que limpiasen el interior con «chorro de arena» y me sorprendió la cantidad de carbonilla que salía del interior del tubo.

Comencé el montaje, y aquí si que ya tuve que pedir ayuda. Angel padre, me dió indicaciones de montaje, diciéndome, qué piezas montar primero, por dónde empezar a montar sin que luego tuviese que desmontar porque me hubiese dejado alguna pieza. Mi padre, me ayudó bastante haciéndome ir más lento, y diciéndome «piensa, piensa antes de hacer». Me ayudó a usar la dinamométrica, y a ajustar bien las piezas móviles. Me enseñó cómo poner la masilla de una junta, cómo ajustar un retén de un cigüeñal y cómo comprobar que todo estaba a punto antes de poner el bloque del cilindro… Recuerdo finalizar todo, y prepararme para bajar el motor al garaje a montarlo en la moto, y a colocar todo el cableado en su sitio (simplemente conectar los conectores). Eran las 11:00am de un sábado.

Mi padre bajó a eso de las 13:00h y ya estaba montado el motor en el chasis -lo hice yo solito, y me costó dios y ayuda- y puesto el tubo de escape al cilindro… faltaba unir el macarrón de la gasolina (recuerdo que le metí en medio un filtro para la gasolina) y colocar la pipa de la bujía… todo estaba listo. Miré la cara de mi padre y fue, como entre orgulloso de mi, y de sorpresa: no había sobrado ni una sola pieza y todo parecía estar en su sitio. Lo que más me costó (y todo por no comprarlos nuevos) fue volver a poner en su sitio el cable de embrague y el del acelerador… ahorré donde no hay que ahorrar. Patada al kick y la moto hizo, «prruruuuu» pero no arrancó… 2ª patada, 3ª, 4ª… joder!!! Mi padre puso de cara de: «ya me lo temía yo».

Desmonté la bujía, para ver si llegaba chispa… y sí, aquello tenía chispa… habíamos comprobado todo antes de poner el bloque y la culata, y todo estaba ok!. Si tenía chispa al dar patada, era que los platinos (el encendido), estaba bien calibrado. «Piensa, piensa, piensa». Cuántas veces me repitió mi padre en esas tres semanas esas mismas tres palabras seguidas… Dios!!! Si no llega gasolina, cómo va a arrancar!!! Idiota!!! Abrí la llave de paso del depósito de Off a On y cebé el carburador, hasta mis dedo gordo izquierdo se mojó levemente de gasolina. Lo sequé frotando y rozando el índice con el gordo y con la ayuda de un trapo.

Volví a colocar la palanca del kick en su posición y ajusté mi pierna para dar una buena patada. Coño que si di una buena patada!!! La moto arrancó con ganas y se aceleró como una loca. Un humo blanco comenzaba a salir por el tubo de escape… y ese olor a aceite de 2T mezclado con gasolina… qué recuerdos. Hay olores que a uno se le quedan grabados y es capaz de recordarlos con una cantidad de matices y detalles alucinantes. Eran las 13:50 y mi padre me ayudó a guardar la moto en el garaje y subimos a comer.

Tengo difusa mucha parte de la conversación que mantuve con mi padre, porque estaba eufórico en mi interior tras un mes con mi compañera, mi amiga, en pleno proceso de rejuvenecimiento y mantenimiento. Recuerdo ya más tranquilo, con la tripa llena y tomando café en la mesa de la cocina donde comíamos, que mi padre me confesó que pensaba que la moto había muerto y que moriría ahí, encima de la mesa. Que le había sorprendido que me leyese un libro de técnica de motores de 2T, y más aún, que sin que nadie me hubiese dicho nada, hubiese conseguido desmontar y montar bien todo un motor de 2T.

Aquel día aprendí que la paciencia, es fundamental para aprender. Y que ahora, es imposible hacer lo que yo hice, porque toda la electrónica te lo impide. Mi primo Julio, tiene una Montesa de 350cc (dice que me la da, para restaurarla)… ojalá pudiese y tuviese tiempo y dinero para poder hacerlo…

Alexpc73 Vsssss

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